Batalla de Puebla

18.08.2007 01:12

 
Batalla de Puebla

Por: Didier de la O (Didi)


El 5 de Mayo de 1862 es una fecha sumamente relevante para todos los mexicanos, puesto que en ese día en estas gloriosas tierras, cayo el poderosísimo y hasta en ese momento invicto el ejército francés.

A raíz de la guerra de reforma, el gobierno nacional se encontraba en banca rota y era más que imposible saldar las deudas que sostenía con otras naciones, ...más que nada del otro lado del atlántico, fue entonces que el ciudadano presidente de los Estados Unidos Mexicanos Benito Juárez García promulgo una ley el 7 de Julio de 1861, en las que decidió en conjunto con sus allegados de suspender rotundamente el pago de la deuda con el exterior, por un espacio de 730 días (2 años) con el único fin de recuperarse económicamente después de la guerra civil.

Sin embargo no todo era miel sobre hojuelas, ya que las demás potencias no lo comprendieron de tal forma, como la había entendido el pueblo azteca y amenazaron con presentarse militarmente, en pro de apoderarse de las aduanas mexicanas para cobrarse dichas deudas.

Por consiguiente España, Inglaterra y Francia organizaron un acuerdo y enviaron una flota a las costas del Golfo de México y por ende renació el sueño que poseían estos pueblos, antes de la independencia nacional de crear una especie de monarquía en nuestro territorio.

El 8 de Diciembre de 1861 piso suelo azteca las tropas españolas compuestas por 7000 hombres, lideradas en un principio por Gasset y Mercader y posteriormente se hizo cargo de las mismas el General Juan Prim conde de Reus. Un mes más tarde el 6 de Enero de 1862, 800 soldados ingleses desembarcan en nuestro país, bajo las órdenes de Dunlop y de Sir Charles Wype. El mismo mes, faltaba el invitado más orgulloso y el más terco, bajo las indicaciones del contralmirante de la Graviere y el comisionado Dubois de Saligny y con ellos 300 hombres galos.

Manuel Doblado estupendo diplomático, es envidado por el gobierno juarista a negociar con los invasores europeos. Con gran esfuerzo y habilidad logra que se pacte y firme los acuerdos de la Soledad, en la cual los extranjeros reconocían al gobierno liberal, como el único y legítimo de la república mexicana, mientras tanto los ingleses y españoles respetaron cabalmente dicho tratado, pero tristemente la postura que adoptaron los franceses fue muy distinta a los anteriores.

En el mismo tenor su emperador Napoleón III aunque prometió y se comprometió en la capital británica Londres a no intervenir en la construcción de un nuevo gobierno en México, su verdadera intención era establecer una monarquía, cuya mano derecha y encargada de vigilar sus intereses, sería el archiduque Fernando Maximiliano de Habsburgo.

A fines de Febrero de 1862 regresa a su tierra natal empacado desde el viejo continente, Juan Nepomuceno Almonte hijo del siempre recordado y querido José María Morelos y Pavón. Almonte era de la línea conservadora mexicana y se hizo presente como representante de las 3 potencias a nivel mundial, para imponer una monarquía en México y fue reconocido por los monárquicos nacionales, como su jefe absoluto. Sin demora el gobierno liberal protesto por dicho acontecimiento.

La invasión de México fue un acto meramente colonialista, como lo había sido la reciente conquista Indochina, dicho sea de paso el armamento francés era de los mejores del mundo y sus soldados y mandos estuvieron en campañas en Europa, Asia y África.

En contraparte el ejército mexicano, que había derrocado a los conservadores era ya un recuerdo.

La victoria mexicana fue un golpe terrible para el orgullo francés y catapulto al General texano (cuando Texas pertenecía a México) Ignacio Zaragoza Seguin, como un héroe nacional y sus letras de su brillante nombre, están y estarán escritas de oro en los libros de texto de nuestra rica y extensa historia nacional, frase inborrable y recordada palabras del General Zaragoza al Presidente Benito Juárez:

“Las Armas mexicanas se han cubierto de gloria”

Nota: Mención especial y honorifica al regiomontano Ricardo Arancibia, un hombre que siempre lucho por la libertad, primero con su entrañable amigo que lo llevo siempre en su corazón, inclusive después de su muerte nos referimos al General Zaragoza, que dicho sea de paso por el Arancibia aprendió a confiar y creer en Benito Juárez y posteriormente Ricardo Arancibia continuo su propósito en Cuba, España, Italia y Francia donde en este último país específicamente en Paris encontró la muerte durante el asalto de los versalleses a lado de otro gran amigo francés, que conoció en lapso de la épica batalla de Puebla, el famoso Langlois juntos defendieron la Comuna de Paris, a pesar de lo dolido y su corazón roto de Arancibia, ya que un año antes de dicha batalla había fallecido su amada mujer, Soledad aun así nunca traiciono, sus principios y sus valores. VIVA PARA SIEMPRE RICARDO ARANCIBIA Y VIVA MEXICO.

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