El invitado que faltaba ya llego
17.08.2007 12:38
El invitado que faltaba ya llego
Por: Didier de la O (Didi)
En los últimos días, ha venido ingresando, este cáncer maligno de la violencia en los inmuebles deportivos de nuestra querida republica nacional.
Hoy en día nuestro país posee, una cantidad de problemas descomunales, incluyendo este último (violencia) que ha afectado a toda la sociedad azteca, de manera directa o indirecta y a todas las... clases sociales (ricos medianos y humildes).
En otro renglón por todos es sabido, que el balompié en México, tiene un gran arraigo y es algo significativo para muchos o gran parte de los habitantes de este patria, al margen de que el TRI no es una potencia mundial y muy probablemente nunca lo será.
Siguiendo en la misma tesitura, en el pasado reciente los entes de esta nación, podían asistir a un estadio libremente a apoyar a su escuadra favorita, sin temor alguno de ser agredidos sus familias o ellos mismos. Actualmente esta actividad recreativa, que antes se podía mencionar como familiar, ahora mismo los bandoleros se han apoderado de ella y peor aun lo que está ocurriendo, últimamente en las tribunas de este juego, es el vil reflejo de cómo se encuentra este lindo territorio de Norteamérica hoy por hoy
En otro tenor me llamo la atención, que hace días escuche a Jesús Martínez (Padre) hablando de este fenómeno social, que tristemente se ha trasladado en nuestros tiempos de esparcimiento y relajación pero ¿No fue el Señor Martínez Patiño que hizo ingresar las barras sudamericanas a esta región? De cierta manera, desde mi apreciación personal, tiene parte de culpa en esta problemática, por lo tanto simplemente le recomendaría a este respetable caballero que piense dos veces antes de actuar, porque sus acciones al vapor, en este instante están repercutiendo para mal en nuestras diversiones que antes eran sanas hoy ya ni cenizas quedan.
¿Cómo se resolvería esta brusquedad? Tomando en consideración las declaraciones de otro caballero, pero este medieval andante, como es el caso de Decio De María Serrano que manifestó que todos somos parte de la misma familia del futbol, bueno entonces ellos deben actuar en primera instancia, en pro de resolver este obstáculo peligroso y dañino, para nuestra población habida de tiempos mejores obsequiándonos soluciones precisas, rápidas, rigurosas, puntuales y justas para todos.
En cuanto a los medios de comunicación, estricta y específicamente comunicadores deportivos, que frecuentemente tiran la piedra y esconden la mano son parte de este problema serio, puesto que cuando narran una partida o informan al televidente o radioescucha, muchos no se quitan la playera de su club de sus amores y se les olvida que delante de sus ojos y nariz, existe un micrófono. Aunado a estos argumentos previamente mencionados, muchos periodistas son muy regionalistas y defienden a su zona /ciudad /estado/ a capa y espada.
Por el andar de la hinchada, no podemos pedirles peras al olmo, cuando son víctimas e inocentes de los poderosos, por ejemplo en la educación prefieren un pueblo inculto y en la televisión abierta los rematan y fusilan valga la expresión, con programas sin fondo cultural sano y esto mismo nos lleva a observar, cada fin de semana comportamientos deplorables y reprobables (afición).
Para finalizar los mexicanos somos muy buenos y nos distinguimos mucho en ese rubro, me refiero para copiar y traernos cosas del exterior, pero desgraciadamente son puras malas como las barras, las marrullerías, las trampas y sus cantos bravos todo esto extraído de Sudamérica, pero por favor si vamos imitar, hagámoslo de buena manera y cosas positivas que nos dejen el día de mañana, como su nivel de competitividad o su técnica individual de los jugadores de aquella latitud, pero si gustan emular al Tío Sam, emulen su régimen de competencia, su expansión en sus diversas ligas, es decir de costa a costa y no como acá, que tenemos una enfermedad chiquita pero en fin enfermedad, de ser muy centralistas, aunque temo que esto no va a suceder por lo menos en un futuro cercano, pero cuidado para los mandamases del balón de la Liga MX, que su negocio pronto se les puede terminar y les va doler hasta el fondo.
Por: Didier de la O (Didi)
En los últimos días, ha venido ingresando, este cáncer maligno de la violencia en los inmuebles deportivos de nuestra querida republica nacional.
Hoy en día nuestro país posee, una cantidad de problemas descomunales, incluyendo este último (violencia) que ha afectado a toda la sociedad azteca, de manera directa o indirecta y a todas las... clases sociales (ricos medianos y humildes).
En otro renglón por todos es sabido, que el balompié en México, tiene un gran arraigo y es algo significativo para muchos o gran parte de los habitantes de este patria, al margen de que el TRI no es una potencia mundial y muy probablemente nunca lo será.
Siguiendo en la misma tesitura, en el pasado reciente los entes de esta nación, podían asistir a un estadio libremente a apoyar a su escuadra favorita, sin temor alguno de ser agredidos sus familias o ellos mismos. Actualmente esta actividad recreativa, que antes se podía mencionar como familiar, ahora mismo los bandoleros se han apoderado de ella y peor aun lo que está ocurriendo, últimamente en las tribunas de este juego, es el vil reflejo de cómo se encuentra este lindo territorio de Norteamérica hoy por hoy
En otro tenor me llamo la atención, que hace días escuche a Jesús Martínez (Padre) hablando de este fenómeno social, que tristemente se ha trasladado en nuestros tiempos de esparcimiento y relajación pero ¿No fue el Señor Martínez Patiño que hizo ingresar las barras sudamericanas a esta región? De cierta manera, desde mi apreciación personal, tiene parte de culpa en esta problemática, por lo tanto simplemente le recomendaría a este respetable caballero que piense dos veces antes de actuar, porque sus acciones al vapor, en este instante están repercutiendo para mal en nuestras diversiones que antes eran sanas hoy ya ni cenizas quedan.
¿Cómo se resolvería esta brusquedad? Tomando en consideración las declaraciones de otro caballero, pero este medieval andante, como es el caso de Decio De María Serrano que manifestó que todos somos parte de la misma familia del futbol, bueno entonces ellos deben actuar en primera instancia, en pro de resolver este obstáculo peligroso y dañino, para nuestra población habida de tiempos mejores obsequiándonos soluciones precisas, rápidas, rigurosas, puntuales y justas para todos.
En cuanto a los medios de comunicación, estricta y específicamente comunicadores deportivos, que frecuentemente tiran la piedra y esconden la mano son parte de este problema serio, puesto que cuando narran una partida o informan al televidente o radioescucha, muchos no se quitan la playera de su club de sus amores y se les olvida que delante de sus ojos y nariz, existe un micrófono. Aunado a estos argumentos previamente mencionados, muchos periodistas son muy regionalistas y defienden a su zona /ciudad /estado/ a capa y espada.
Por el andar de la hinchada, no podemos pedirles peras al olmo, cuando son víctimas e inocentes de los poderosos, por ejemplo en la educación prefieren un pueblo inculto y en la televisión abierta los rematan y fusilan valga la expresión, con programas sin fondo cultural sano y esto mismo nos lleva a observar, cada fin de semana comportamientos deplorables y reprobables (afición).
Para finalizar los mexicanos somos muy buenos y nos distinguimos mucho en ese rubro, me refiero para copiar y traernos cosas del exterior, pero desgraciadamente son puras malas como las barras, las marrullerías, las trampas y sus cantos bravos todo esto extraído de Sudamérica, pero por favor si vamos imitar, hagámoslo de buena manera y cosas positivas que nos dejen el día de mañana, como su nivel de competitividad o su técnica individual de los jugadores de aquella latitud, pero si gustan emular al Tío Sam, emulen su régimen de competencia, su expansión en sus diversas ligas, es decir de costa a costa y no como acá, que tenemos una enfermedad chiquita pero en fin enfermedad, de ser muy centralistas, aunque temo que esto no va a suceder por lo menos en un futuro cercano, pero cuidado para los mandamases del balón de la Liga MX, que su negocio pronto se les puede terminar y les va doler hasta el fondo.